En poco tiempo nuestra Escuela de Derecho cumplirá su sexagésimo aniversario y para ello nos estamos preparando desde ahora. Desde el punto de vista académico, hemos implementado una nueva secuencia curricular con el propósito de afinar las destrezas de nuestros estudiantes y permitirles aprovechar al máximo su tiempo en nuestra institución. De igual forma, fortalecimos el Programa de apoyo académico y preparación para la reválida con el fin de proveer una dimensión adicional a los métodos tradicionales de enseñanza. En esa misma línea, retomamos el programa doctoral en consorcio con la Universidad de Valladolid y estamos afinando los detalles para comenzar un novedoso programa de LL.M. en nuestra institución.
Fuera del salón de clase, nos hemos enfocado en crear espacios para que nuestros estudiantes tengan diferentes perspectivas prácticas. Actualmente nuestro programa de internados cuenta con más de 40 centros de práctica que permiten a los estudiantes auscultar sus áreas de interés profesional. La Clínica de asistencia legal, el bufete más grande del área sur, recientemente expandió su oferta de servicios y ahora, además de atender casos civiles y criminales, también trabaja ejecuciones de hipoteca y sirve como mediadora de conflictos. Además, nuestro viaje educativo a Toledo está por entrar en su tercera década y cientos de estudiantes se han beneficiado de la experiencia de explorar el derecho en otras jurisdicciones.
Finalmente, la Junta de Síndicos aprobó una asignación millonaria para modernizar el edificio Spellman, lo que nos permitirá celebrar nuestros 60 años de historia en una estructura mejorada. La Escuela de Derecho entra, pues, en nueva etapa con ánimos reforzados para seguir brindando la educación de calidad que nos ha caracterizado por décadas.
